
Si no has leído mi post sobre cómo hacer el batido verde más saludable, asegúrate de hacerlo. Pero aquí tienes algunos consejos rápidos:
Añade más verduras: Si quieres un aporte extra de vitaminas, minerales y nutrientes, utiliza productos frescos del mercado o del mercado agrícola local. No quieras verduras marchitas o sucias que carecen de nutrientes. Algunas verduras de hoja verde que combinan bien son la col rizada, las espinacas o las acelgas. Pero, ¡no dudes en cambiarlas por apio, hojas de mostaza o lechuga romana!
Utiliza una base líquida saludable: Como ya vas a añadir fruta a tu batido, es mejor no añadir azúcares adicionales con zumo de fruta. En su lugar, opta por agua, leche de coco o cualquier leche de frutos secos como la leche de almendras o la leche de anacardos.
Mezcla las frutas: Para la mayoría de la gente, la proporción 2:1 entre frutas y verduras es una buena regla general. Algunas de mis frutas favoritas para cortar y congelar son las manzanas, los plátanos, las fresas, los mangos o la piña.
No te olvides de las grasas saludables: Por si no lo sabías, las grasas saludables ayudan a absorber todos los nutrientes de las verduras y frutas, ¡así que esto es crucial! Puedes hacerlo simplemente añadiendo aceite de coco, frutos secos, semillas o 1/4 de aguacate.
Refuerza con superalimentos: Si bien los 4 pasos anteriores hacen un batido verde perfectamente bueno, no está de más añadir superalimentos adicionales o mezclas, como hago en mi receta de batido verde post-entrenamiento. Puedes añadir especias como canela o jengibre y superalimentos como maca en polvo o polen de abeja.